Las elecciones en regímenes autocráticos: una herramienta de legitimación
Es común que los líderes autocráticos organicen elecciones, a pesar de la naturaleza cuestionable de su legitimidad. Como he mencionado en otras ocasiones, ganar en unas elecciones puede ofrecer a un autócrata la oportunidad de reclamar un mandato popular. Esto, a su vez, proporciona una justificación ante los militares y la élite política, demostrando que su control sobre el gobierno es lo suficientemente firme como para que la lealtad se convierta en su apuesta más segura.
Según Gretchen Helmke, politóloga de la Universidad de Rochester en Nueva York y experta en democracia en las Américas, los autócratas que deciden celebrar elecciones generalmente lo hacen porque están convencidos de que saldrán victoriosos. “O al menos están bastante seguros de que ganarán, de tal manera que manipular el resultado no se considera un acto tan atroces”, agregó Helmke. Esto implica que la realización de elecciones, en la mayoría de los casos, no representa un riesgo para el poder autocrático, sino más bien un método para intentar legitimar y consolidar su dominio.
Los líderes autocráticos a menudo emplean diversas estrategias para manipular y controlar el proceso electoral antes de que se lleve a cabo la votación real. Estas tácticas incluyen:
- La detención de líderes opositores.
- La inhabilitación de candidatos de la oposición.
- La represión de medios de comunicación críticos.
No obstante, hay ocasiones en las que este manual de control puede fallar. Aun en elecciones que parecen estar bajo un estricto control, pueden ocurrir sorpresas inesperadas, resultando en victorias para la oposición en lugar de reafirmar la hegemonía del partido gobernante. Este fenómeno puede transformar unas elecciones de ser una herramienta de poder en una auténtica pesadilla para el autócrata.
Un ejemplo emblemático de esto es el caso del dictador chileno Augusto Pinochet. En 1988, Pinochet anticipó que el plebiscito le proporcionaría un nuevo mandato. Sin embargo, el resultado fue totalmente contrario a sus expectativas, llevándolo a perder el poder y facilitando el retorno del país a la democracia.
