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En la penumbra de la madrugada, los venezolanos se alinearon en silencio, formando largas filas que se extendían a lo largo y ancho de Venezuela, mucho antes de que saliera el sol. Este acto marcaba una votación presidencial crucial para el movimiento socialista que ha dirigido el país petrolero durante 25 años.
El partido en el poder ha desplegado todos sus recursos para influir en los resultados a su favor. Desde el inicio de la jornada electoral, surgieron indicios de problemas, con informes de que en varias zonas del país se estaba impidiendo a los ciudadanos ejercer su derecho al voto.
En el Liceo Andrés Bello, un centro de votación en Caracas, la capital, un periodista de The New York Times presenció cómo un grupo de unos 15 hombres, vestidos con chaquetas negras sin identificación, bloqueaban la entrada al recinto. Un observador electoral voluntario fue agredido durante el altercado.
Finalmente, ante el coro de la multitud que clamaba “¡Queremos votar!”, los hombres cedieron y la fila de votantes pudo avanzar hacia el interior del centro, más de hora y media después del horario oficial de inicio de las elecciones, a las 6 de la mañana.
Crédito de la imagen |
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Alejandro Cegarra para The New York Times |