La fila en el consulado de Venezuela en Madrid se extendía hasta el final de la cuadra. Desde personas mayores hasta familias con niños pequeños, todos esperaban pacientemente para poder inscribirse y participar en las elecciones presidenciales de Venezuela.
Adriana Rodríguez, de 47 años, salió de Venezuela en 2018 y llegó al consulado a las 8:00 a. m. dos días seguidos, solo para ser rechazada al final de la jornada con la explicación de que ya no podían inscribir a más personas.
Con Nicolás Maduro rezagado en las encuestas antes de las elecciones del 28 de julio, el gobierno ha establecido normas estrictas que dificultan el proceso de inscripción para votar a los venezolanos en el extranjero, incluyendo países como Estados Unidos y España, donde muchos emigraron en busca de mejores condiciones de vida.
Expertos electorales consideran que estas medidas equivalen a un fraude electoral, ya que aproximadamente el 25% de los votantes elegibles de Venezuela residen fuera del país y es probable que muchos de ellos no respalden a Maduro.
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