Los habitantes de Nueva Zelanda, un lugar conocido por los frecuentes varamientos de ballenas y delfines, se sorprendieron al encontrar un ejemplar único en una playa del sur del país. Se trataba de una ballena de dientes de pala, una especie tan esquiva que nunca antes se había documentado viva.
Con aproximadamente 4,8 metros de largo, un color distintivo y los dientes desprendidos, este espécimen es uno de los siete conocidos hasta la fecha. La ballena de dientes de pala, también llamada mesoplodón de Bahamonde o zifio de Travers, es una criatura misteriosa de la que se sabe muy poco. Apenas se han encontrado muestras de esqueletos y cadáveres a lo largo de 150 años, y hasta 2010 no se tenía una idea clara de su aspecto.
Este hallazgo en la playa cerca de la desembocadura del río Taieri en Otago, en la isla Sur de Nueva Zelanda, ha generado gran interés entre los científicos. El cadáver en buen estado fue rápidamente guardado en un congelador para permitir su disección, lo que podría ofrecer información valiosa sobre esta enigmática especie.
Anton van Helden, asesor sobre especies marinas del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda y experto en ballenas de dientes de pala, mencionó en una entrevista que todo lo que se descubra a partir de este ejemplar será totalmente nuevo para la ciencia.